miércoles, 29 de mayo de 2013

A veces me siento como una canción de amor

Y de repente pensando
en caminos escondidos,
en calles sin sentido,
en pueblos sin castillos,
en hombres sin delirios...

En pasillos sin final,
en mares sin sal,
en el bien y en el mal,
en torres de cristal,
juro que...

En corazones valientes,
en amores corrientes,
en palabras ausentes,
en encuentros pendientes...

En horas lejanas,
en miradas extrañas,
en cargas pesadas,
en manos heladas,
juro que....

En besos al aire,
en suspiros distantes,
en ansias sobrantes,
en almas errantes...

En decisiones finales,
en hombres cobardes,
en puntos aparte,
en mis ganas de amarte...

juro que entristecí.

viernes, 17 de mayo de 2013

En esta enorme ciudad llamada Vida


En esta enorme ciudad llamada vida hay veces que es muy fácil saber cuando una gran decisión viene por delante, otras veces donde no queda de otra, que en ese preciso instante hay que elegir, y hay otras veces donde decidimos sin darnos cuenta, de repente tomamos un camino que no supimos donde agarramos.

A lo largo de la vida, puedo decir aunque esté en medio de mis veintes, hay hechos en la vida ineludibles que detienen cualquier cosa, paran cualquier paso incluso en el aire, una enfermedad por ejemplo. 
Saliendo del colegio me tocó vivir el cáncer en la persona más importante de mi vida, mi mamá, y aunque ella siempre fue y sigue siendo muy fuerte, nunca hizo que yo como hija ni mis hermanos nos percatáramos de la REAL gravedad del asunto y aún así fue duro. Recuerdo una visita al hospital donde de repente ver por la ventana era imposible, ya mis ojos estaban cobijados en lágrimas que me rehusaba a derramar entonces hacía mi cabeza hacia arriba y comentaba sobre el clima, sobre el tránsito, sobre cualquier cosa que necesitara estar viendo por la ventana. No llore, me dijo ella...
Igual de duro fue cuando nos reunió y nos dijo lo que pasaba, yo sentí de repente que algo me corría por las venas, un miedo que no podía controlar, y así no controlé mis ganas de llorar. Decidir ayudarla con jeringas, cargar vasos de agua al cuarto, darle pastillas, cobijarla no eran realmente decisiones para mi, realmente no, eran solo cosas que ya la vida había decidido por mi.
Pero bueno, hoy ella es la persona mas fuerte que conozco, lo venció y seguimos haciendo historia.

Hay martes cualquiera donde de repente hay que decidir si nos queremos más a nosotros mismos o a alguien mas. Donde las canciones, los recuerdos, las fotos y los lugares se ponen en una balanza y nos decidimos no necesariamente por aquello que pese mas. El amor... 
Hablando por los demás, personalmente siento que para bien o para mal, nunca se detienen a pensar que me hace ser a mi quien soy. No culpo jamás a quienes me han hecho mal ni las situaciones que me ha tocado vivir, pero eso forma lo que los demás ven de mi.
Nunca tuve una figura paterna de buen ejemplo amorosamente hablando, mi inseguridad proviene de ahí, mi odio al machismo también, mi deseo de estar por encima de cualquier hombre es resultado de esto. El amor por la verdad ante todo, también. 
Pocas veces en la vida me ha tocado que luego de algún tiempo de salir con alguien y todo se acaba, me dicen el porqué, y se disculpan. Me explican lo que sienten y me dan las gracias por haberlos tocado de una u otra forma, por quedarme en ellos como un gran amor o como un lindo recuerdo. No importa quien tuvo la culpa, si duré unos cuantos meses en superarlo, en ser cortante y distante, en dejar de lado lo que me gustaba por no volver, pero hoy ya sabemos que valió la pena. Siempre supe que llegaría este día donde todo iba a haber pasado y volvería a quererlo después de todo... y entonces por explicarme y dejarme sabiendo, gracias Ken.
Ese fue uno de los momentos, mientras las gracias surgían de su boca donde yo decidí quererme y supe que iba a llorar y me iba a doler, pero era un sí o un no. Y con esa fuerza, la que sale desde lo mas hondo del alma, dije no, y gracias, y pude sonreír.... y alejarme con un paso tan firme que nadie sabe enseñar.

Y pues ayer me detenía a pensar en que momento de la vida soñé o me puse como meta estar en uno de los grupos con los mejores bailarines que pueda tener aquí... y la verdad es que nunca lo hice. Empecé bailando para hacer algo los fines de semana, luego por impresionar al grupo competencia, y luego de repente me di cuenta que ya yo no era esa persona, que el baile es algo que yo traigo, no como cualquier persona que ama bailar en una fiesta...  Cuando usted pueda pararse en frente de una persona que significa mucho para usted, delante de muchas más...y ud baile para decirle lo que nunca pudo o eso que de su boca no puede ya salir, y el mensaje sea entendido,yo ahí digo, que usted es un bailarín.
Mi profe dice que lo que yo hago no es bailar... es lo que soy, yo soy eso, y lo respiro y a golpes, con vergüenzas y frustraciones es que mi carácter se formó. 
No decidí estar aquí y formar parte de esto. Sólo se dió... en algún momento el camino posiblemente se abrió y nunca lo decidí, fue natural llegar hasta aquí hoy. Esto es algo que he pensado muchas veces: En que momento las personas se dan cuenta en lo que son buenas? Ocurre de casualidad que un día alguien lo escuche cantar y se de cuenta que uno es una estrella? Ocurre de casualidad darse cuenta que uno corre mucho más rápido que los demás? O será q la vida tiene estas oportunidades contadas? 

Decidiendo con conciencia o sin ella, son tantos los caminos que hemos tomado y dejado, que no merece la pena soñar con lo que nunca sucedió. Estar aquí y ahora es lo mejor que me ha podido pasar... y más que a usted, gracias a todos los que me han cargado hasta aquí y a los que aún sólo viéndome pasar han sido luces para no perderme.

"No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra vida sin sentirse mejor y más feliz"



sábado, 4 de mayo de 2013

No había topado las 11:11 de casualidad desde que te conocí, ni en el celular, ni en las noticias. Pareciera que de tanto estar pidiendo ser feliz, hoy las horas dan por un hecho que lo soy.