Día -6

Yo no quería "navidad sin ti" ni cumpleaños en tu ausencia. Los meses que me quedan, sin dias libres, debes entender, son lo que ahora tengo que aceptar. Son dias libres para ti, no para mi, mi amor.
Siento que me dejas atrás, como un pasado. Como las cosas que uno no quiere revivir.
Me dejas atrás sintiendo como una estocada en el pecho. Como que son 90 días en voto de silencio. 90 días que no conoceré ni conocerás, en que enloqueceré por las noches y nadie será testigo de lo que me pasa. Y nadie entenderá lo que es perder algo así. De esta manera.
De tantas maneras de que algo se vaya entre las manos, esta vez, tenía que ser esta. Q le pasa a la vida, a mi vida, con estas pruebas para poder estar feliz? Es que no lo merezco? Es acaso que tengo tanto que pagar?
Me siento cualquiera de estos días y lloro de solo pensar la despedida. Lloro solo pensando que no puedo hacer nada, que la impotencia es enorme, y el corazón cada vez se me rompe un poquito más, una luz encendida se apaga y la esperanza se va a dar una vuelta.

El dolor de corazón no dura por siempre

De la boca a los labios.

Me digo que puedo sentirte aquí, casi oliéndote y chupándote, casi arañandote la espalda o pasando los dedos por las marcas que se forman en tu abdomen de manera casi perfecta.
De estar acostada en un asiento con las piernas abiertas en ángulo obtuso paso a estar hincada viendo tu cara de placer mientras no sabes que hacer con tus manos, ya que las mías ahí no te encuentran.
Con nuestros cuerpos desnudos la distancia entre segundos es de una hora, y las ventanas se empañan y ya no se puede ver nada. 
Los carros pasan y alumbran el retrovisor, lo unico que descubre mi encaje y la cara de excitación cuando sientes mi boca abrirse por donde se juntan tus piernas, noto un sudor cuando paso mi mano arrastrando mis dedos por tu boca.
Me lanzas, chocamos contra el vidrio, tocamos el suelo con las manos, me tocas con tus manos, me acaricias con tus manos, me das tus manos y te explico como es que yo llego... así, cuando siento que toco el cielo con las manos.
Creías quizás saber tanto, cuando de repente ahora parece que de mi, no sabes nada.

Celebremos que tal vez ya nos amamos y no nos lo hemos dicho así, con un "te amo". En cambio son miles de "te adoros" al día que pronto estallarán.

La "Otra parte del mundo"

Esta es la historia de un lugar, un lugar cercano y lejano, que no es igual a ningún otro. Que había oído nombrar en el colegio, en canciones, en una amiga de un ex novio y en mi mejor amigo.
Un lugar de esos que cambia la vida, pero no como un espacio debajo de un árbol, ni como la banca de un parque, ni como un cuarto de hotel. Un lugar que me ha visto amanecer y el que yo he visto atardecer.
Un lugar que siempre me ha dado, desde esperanzas hasta las mejores personas que he conocido. Donde todos los tesoros del mundo estaban escondidos. Yo quiero llamarle mi "otra parte del mundo".
Un lugar que conlleva cierto esfuerzo, que grita vacaciones cuando estoy en medio de lo peor en "mi parte del mundo".
Un día decidí dejarme ir, sin saber nada, ni el nombre de una calle y con costos el nombre de 2 o 3 personas que allí vivían. El primer fin de semana me enamoré, literalmente, como una chiquita de 16 que se enamora de repente. Era inimaginable para mí saber que sin andar buscando lo encontré. No era que llevaba mucho tiempo sin buscar, sólo fue esa mañana, no buscaba nada.
El segundo día pasó como uno no muy normal, con una visita extendida hasta que tuve que decir adiós, juré que volvería.
Y así fue, cada vez era mas habitual, ya sabía mas nombres y varios se me habían grabado mas en la mente que otros, porque eso tiene este lugar, se graba en la mente quiera uno o no. Y también moja, es un lugar que lo moja a uno de pies a cabeza.
Volví y el amor literal se desvanecía en amor traducido, o que traduje en movimiento, en una espera que ya no existía. Ya sabía lo que este lugar podía darme y no esperaba mucho más que eso. Después de todo iba a seguir en mi corazón, y cada día mas fuerte.
Este es el lugar en que todos mis mapas tienen la equis.
No sé porque lo descubrí tan tarde. Creo que puede ser una de esas cosas que dicen que simplemente tienen que pasar.
Un día las cosas parecían volver al amor literal del principio. Otro día me lo reafirmaba con una de las lloradas mas largas y sentidas de mi vida, no era un llanto de desamor ni de tristeza, era como un llanto que no quería que nadie viera, como de esos cuando uno siente que pronto se va a ir el alma del cuerpo, que algo simplemente se va sin que uno le diga que se vaya, como que podia tenerlo en mis manos en ese instante y media hora después no tenerlo del todo. No era un llanto de adiós, era como de voy a estar siempre aquí.
Y pasa el tiempo, como en cualquier lugar, de cuentos o existentes, y yo vuelvo porque mi mente ya está ahí y el cuerpo me pide reunirse con ella. Una parte de mi vive siempre ahí, y me la guardan aunque mi cuerpo no esté... después de todo dicen que uno no está donde el cuerpo sino donde mas lo extrañan.
Muchas veces dije: yo sé que mi amor está en "otra parte del mundo".