sábado, 16 de junio de 2012

Anda que yo aquí sigo


Y sí me va a encontrar, aquel con quien viajar, reír y no llorar.

Querer mas no desear. Vivir.
Caminar y solo pensar, amar y no retroceder.
Ese que con el tiempo aprende, en el presente permanece
Dormiremos o quizás no... veremos la luna cambiando por un sol.
Cambiaré mis mal llegados oros, por plata con ganas.
Ambos sabemos que él se va a quedar. Es cuestión de tiempo.
Tu amas, yo espero.
No es preciso andar ligero... el tiempo determina, quien gana y quien termina.
Yo camino, tu corres...nunca aprendimos a sincronizar.
Al rato te vas, y ya lo has hecho, mas no es similar.
Alguien aquí te esperaba.
Quien va a llegar anda conociendo, dando vueltas
girando con mil caretas.
Sólo yo sabré quien eres. Anda, quítatela ya... 
que sólo el tiempo determina, quien se va y quien me cuida.

miércoles, 13 de junio de 2012

Narrador omnisciente

Ella sentía que la agarraba la lluvia y la envolvía en recuerdos. Se veía caminando por lugares conocidos nunca antes visitados. Se sentó a rezar y a pedirle a Dios, que la sacara de allí, no quería irse, pero sabía que el camino era infinito aunque lo veía terminar en una calle sin salida. Pedía salir viva de ahí y no dejar partes de su vida en el camino,no dejar tirados partes de su alma ni colores que en el futuro le hicieran falta.
Esperaba poder regresar allí de una manera feliz, a corto plazo, que la neblina del cielo le calmara la mente y la volviera lúcida y con mucho discernimiento.
De pronto se vió en una silla, fría, de nuevo la lluvia la cubría, puede volver a ese lugar y sabe que nada le pertenece, nada fue suyo, antes tampoco lo fue, pero ahora realmente se siente ajena a la inseguridad que provocaba ese lugar y al olor a tierra mojada que tanto le gusta.
Sentada en cualquier lugar, con la oscuridad del día, la noche parece clara, se la ve pensativa y con ganas de caminar, de escuchar sus pasos al pisar los charcos, le gusta verse gotas en la ropa de la lluvia que cae, cree que lo que más desea es tirarse a correr en medio aguacero, pero le ganan los deseos de llegar seca, aunque por dentro no quiere sentirse así.
De todas maneras se resuelve a mojarse y llega a su casa a taparse con un paño, le gusta porque siente la diferencia del frío infernal a un calor terrenal. Siempre me ha gustado verla feliz, me gusta lo que siente y lo que piensa sobre estos días con neblina y lluvias interminables, sé que es cuestión de tiempo para que resuelva sentarse sin una sola compañía. Ella me demuestra que con el tiempo las cosas se arreglan y cada día parece mejor, con miedo, pero mejor. Ella misma es capaz de salvarse de diversos desastres.
Le gusta verse inmersa en discusiones sin sentido, le gusta despertar y verse desde arriba, desde muy arriba, ella está arriba.
Ese día tan esperado no lo planeó, bajó y caminó, visitó y olvidó, deja en los charcos recuerdos a quien pertenecen, ese miedo de dejar su alma ya no existe, la siente muy suya. Reparte las cosas justamente a quien pertenece y devuelve lo que le dieron por compromiso y se deja las sobras que lo que sirvió.
Se devolvió con ganas de reír, no de llorar, sin miedo a nada, creía que todo era de ella, no debía pedir permiso. Yo la veía desde una ventana... esperando su momento de debilidad que ese día ni los días siguientes llegó.
Luego de un tiempo, decidió volver a vivirlo... caminando de nuevo por lugares muy conocidos que nunca había recorrido... conoció alcobas y patios de luz. Llegó su tiempo y volvió a pedirle a Dios que la sacara de allí con vida, al menos con su alma limpia y su corazón entero. Se armó de valor, yo la ví y la sentí, se decidió a hacerlo por si misma, y por más que Dios la ayudara, ya ella lo había hecho por si misma. Ahora paso y la veo igual, sentada y pensativa, resolviendo unos cuantos crucigramas y deleitándose con un buen libro o al menos recordando las frases más bellas que escuchó durante el día. Creo que se le hace interesante analizar las personas que pasan, tienen un comportamiento un tanto normal, cosas que ella cree nadie presta atención.
La agarra la lluvia pensando y el frio la hace contemplar.
Se siente completa, cree que este clima revela quien es y se alegra porque aunque este bien, siente que la naturaleza está de acuerdo con ella.
Una vez más se ve a ella misma, desde mas arriba, en algún lugar no del todo desolado, con un olor agradable, esos lugares donde siempre decide sentarse aunque sea de prisa. Todo lo recuerda y aunque dejó mucho de si misma por donde pasó, no dejó ni su alma ni su corazón. Siguen con ella y el corazón le sigue latiendo hasta que los días se le resuelvan, sin signos de falla ni de daño irreversible. Siente muy en su interior que esta vida no esta hecha para ella, pero calza perfectamente en ella. Ama estos días, revelan su ser, el sol que alumbraba sus días opacaban su belleza, estos meses le gustan, su luz es todo lo que necesita. Nada le afecta, he llegado a la conclusión que entre más llueve menos la veo resbalar.