Lo prometo: Hasta pronto.

Creo q allá no puedo sentir chiquitito, ni en ningún lado.
A veces es algo que hasta inunda.
Me resbalo por toboganes que no conozco y me meso en columpios imaginarios.
Esa es la magia de la casualidad, de las cosas que se encuentran sin buscarlas.
Como es que el vaso empieza a llenarse de un lado y de repente llega a ser no uno, sino dos.
Dos que desde hace ya vario tiempo no se juntan en espacio y tiempo.

Está ese sentimiento de querer viajar para alejarnos de todo aquello que nos ha lastimado,
irnos de la realidad de estar aquí y pues, construir otra allá con la esperanza de que sea mejor.
Y está ese sentimiento de tener que irse. Viajar, sin querer a la realidad de estar aquí, 
querer la de allá, porque promete algo que no tengo aquí.
Llegué y ya quiero devolverme.. a ver si así como nos vimos, bailamos al mismo ritmo.
Encontrarnos fue una bella aventura, al igual que esa cuando decidiste que sólo querías ser un artista.

Llegué a la casa esperando deshacerme el moño y oler de donde venía, al menos como recuerdo. 
O al menos las manos... estiramos los brazos y abrazamos la oportunidad.
Que la próxima el viento me vuele el cabello mientras me agarro a tu cintura.
y que la próxima, si me permites... bailemos hasta besarnos los pies.

Todos empezamos siendo extraños...
y ya sea que vienes o que voy, no importa siempre y cuando hagamos una u otra.