Te lloro y te bailo

Puede ser que llorando deje de esperar lo que espero de ti, y puede que riendo te olvide del todo.
Puede que llorando, con las lágrimas se vaya la tristeza y una vez acabadas, el tiempo se quiera devolver y todo nos empiece de nuevo. Quiza en unas horas cuando no pueda dejar de oír acordes de guitarra, todo me vuelva a la cabeza y me inunde de problemas que hace unas minutos no tenía. Aparecerán cosas mías y cosas tuyas que creí que no existían.
Quizá le darán ganas de salir a los recuerdos y me pidan llevarlos a pasear por esos lugares en los que he andado ultimamente, quiza me obliguen a llevarlos donde vaya, o quiza solo me obliguen a mi a quedarme de pie mirandolos... o me pedirán que los deje en libertad.
Ya sea que pienses que tengo razón o no, sabes que aquí quedará algo que nunca fuiste, por que siempre te invento. Hemos llorado demasiado juntos, me has pedido que me quede por siempre o al menos por esa noche. Me has rogado por culpa tuya y siempre he ganado yo.
Puede ser que llorando mañana amanezca bien y puede que tú también. Quizá mañana vivamos bajo un nuevo sol y nos alumbre otra luna, unos astros que nunca conocimos ni noches ni días, sabemos que allí estarán, mañana puede ser un buen día.
Te dije miles de veces como soy y tu decides dejarlo... por psicología inversa y no del todo.
Al rato cuando ya despierte de mucho pensarte, olvidaré quien eres y porqué te conocí. Despertaré llena de unos colores que van a pintar por donde sea que pase, y los demás no lo verán, solo tú, y sabrás por donde ando, sabrás donde descanso, sabrás donde corrí y hacia donde miré, en caso que necesites encontrarme y saber que ando haciendo, ahora que desperté y no puedo saber quien eres.
Quiza si lloro bastante, te quedarás aquí como en este instante, ni te maximizaré ni te minimizaré... estará tu huella guardada al lado de todas las demás, ordenada en unos instantes brillantes, ordenados por mes, año e intensidad.
Puede ser que en sueños, te deje pasar a buscarte, en caso que necesites encontrarme y saber que ando haciendo, hacia donde corrí, a quien miré, que hueco salté y en que parte me caí... en caso que quieras saber que tan seguido te pienso y que tan seguido andas por aquí, los momentos en que tu realidad ha sido otra, cuando en realidad todo el tiempo estuviste aquí (conmigo).
Los recuerdos salen a pasear. Y yo los sigo porque llueve, y los sigo porque huelen bien, porque brillan, porque tienen una apariencia que me atrae y los sigo porque sé de dónde vengo y por que sé, que no me quiero quedar.
Quizá llorando, nos dejaremos de querer, nos dejaremos de tragar palabras y empezaremos a escribirlas. Tal vez llorando me alegre de que existas y quiera desearte lo mejor. Mis mejores deseos te llegaran y pensaré si mandarte los recuerdos para que no sean del todo mi responsabilidad.
Decidiré dejar mi cuerpo en libertad y te bailaré como nunca, sin parar, con un ritmo que no existe, sonarán unas notas que sólo yo se bailar y que no son perceptibles para ti, porque no sabes nada del baile, ni del sentimentalismo, ni de mi fuerza de reserva.
Te moveré con una fuerza que te despegará del piso y ya tú decidirás de donde agarrarte... por eso te mandaré los recuerdos... para que no te despeguen del piso y vivas pensando como hubiera sido volar, como hubiera sido ver las cosas desde arriba, una perspectiva que nunca tendrás, ver colores que nunca sabrás combinar, al ritmo que nunca oíste, y con la persona que nunca supiste bailar...