Hola con sabor a correr

Y ayer ambos estuvimos de frente, intentaste intercambiar palabras con quien estaba delante mío para atrasar el saludo... y entiendo porqué lo hiciste...pero para vos no es muy claro...intentas esconderlo con cariños de dudosa procedencia a dudosa mujer.
Por primera vez el corazón no se me aceleró, mas de tu parte sentí un poco de salsa blanca en el saludo, y sé que esperabas verme, te conozco ya hace 5 años y casi 2 de haber empezado a olvidarte. Mirabas mucho de reojo e intentabas intensificar las palabras. En cambio yo ya nací con las palabras intensificadas y los gestos enormes.

 Ayer  mi risa seguía grande pero mis movimientos se hicieron mínimos. Sé que sentías que no me conocías más, y me alegro... punzadas y heridas de corazón, eso me costó.
Si llegué a ese lugar fue por vos, y ahora entiendo lo que pasa, ya ahora alguien más tenía que llenar mi lugar, porque me lo diste con amor... y ahora que eso ya no nos une, tenía que cambiar y así fue... la vida se encargó, y también de no regalarte más de mis sonrisas ni mis loqueras ni quién sabe que montón de cosas más... nos quedan 4 fines de semana más con una cercanía sentimental digna de una orden de alejamiento.

Sentía calor y ni te habías acercado... huí de ahí dejando ropa tirada, huí como si yo te debiera algo, mientras que siempre resultó ser al revés. No hacía mucho calor pero corrí en busca de frío, como siempre... y sentía que los pasillos desembocaban en un sólo lugar. El ascensor llegó lentamente mientras pedía que no aparecieras con alguna de esas palabras y gestos sin sentido que claramente iba a entender... pulsé el botón como loca y bajé sola...y corrí y corrí y corrí, mientras caminaba. Ya no nos debemos nada y seguimos huyendo. De eso siempre se trató nuestra vida.
Y que si algo cambia. cambie desde abajo. Tienes que entender que pudiste haber ganado algo, pero la vida se quedó de mi lado, y eso es ya automaticamente... tu perdida inmediata.
 Y ayer detrás de tanta cosa, de tanta prisa y de tanta espera, entendí que fue un regalo para mi el no estar presente este año. Y que vamos hacia lugares distintos donde las paradas ya no coinciden y el ángulo de los rayos del sol no es el mismo, aunque siguen pegando en el exacto mismo lugar.